Si Sylvain Fadat nació en Saint-Cloud, su familia lo trajo de vuelta a la tierra de sus antepasados en Montpeyroux, unos meses después. Es en este terroir fresco y salvaje, donde la piedra caliza se codea con las margas azules y las influencias volcánicas, donde escribirá una página muy hermosa en la historia del vino. Mientras que su padre oscilaba entre su investigación sobre la becada y el mantenimiento de sus parcelas de vid, Sylvain elegirÃa sin dudarlo la viticultura. El neobodeguero se hará cargo de las 5 hectáreas de la familia desde 1989 y vinificará las cuatro primeras añadas en cisternas de camiones, al aire libre. Es con la fuerza de la muñeca que el viticultor construirá su bodega en 1993 y ampliará su dominio. Se despejará para revelar nuevos islotes de vides, alrededor de los de la familia en un lugar llamado Aupilhac. En 1998, es una nueva etapa, la de la plantación de un solo viñedo: Cocalières, un alto anfiteatro encaramado, lugar magnético, expuesto al norte, para jugos de guijarros nacidos en medio del matorral y becadas. Mientras tanto, la crianza se ha refinado, los vinos elaborados han desafiado al tiempo. La energÃa desplegada, la pasión desbordante, el respeto medioambiental en la viña, la precisión de los vinos que siempre expresan la naturaleza del lugar, solo pueden ser bienvenidos. Sylvain Fadat, acompañado por su esposa Désirée desde el año 2000, es sin duda una figura destacada en la renovación de la región. La personalidad y la energÃa de los cuvées de la finca son los mejores testigos de este compromiso inquebrantable y de esta pasión renovada que hacen brillar este bellÃsimo terruño de Montpeyroux.